Un año más, y ya son 20 para la Organización, aunque por mi parte sólo 4, nos encontramos en esta localidad Salmantina para hacer uno de los recorridos más representativos de la zona, Caminomorisco. Con una inscripción de unas 900 personas, que asienta como una de las pruebas imprescindibles del calendario MTB en nuestro país.
Por delante, algo más de 60km de pistas y algo de carreteras que este año se presentan más secas que nunca y totalmente opuesto a lo que nos encontramos en la edición del año pasado en ese aspecto.
Llego a eso de las 9:15am a Sotoserrano. Me voy a por mí dorsal (este año debido a los 20 años, nos obsequiaban con un forro polar).
Y me dispongo a preparar todos los archiperres, y cómo no….. rueda trasera pinchada o al menos sin presión. Y teniendo en cuenta que la hinché anoche, pues…. No hay tiempo, así que unos bombazos y esperemos que el “moco” antipinchazo funcione.
Nos vamos juntando en la salida, aquello parece una hoya de grillos, cada año hay más gente J.
La verdad es que el día apetece.
En la salida me encuentro con compañeros del pueblo de otras batallas (Javi, Raúl y Jesús).
A las 10:00am dan la salida y comienza el embudo por las calles de Sotoserrano, de hecho, hasta que no llegamos a la pista del río que desemboca en la carretera principal, aquello se convierte en un sálvese quien pueda.
A partir de ahí, pista ancha y cada uno su ritmo. Pronto entramos en los pinares y a partir del km 9 aproximadamente, la primera “gran subida”, unos 200m de desnivel en un par de kilómetros para tomar una bajada frenética hasta la carretera que enlaza con Riomalo. Por cierto, este año no probé el suelo.
Toca parar en el primer avituallamiento, la rueda ha perdido algo de presión. Unos bombazos, un plátano al bolsillo y a continuar.
Nada más retomar, una subida en algunos tramos del 13% (en los últimos años encementada) que finaliza de nuevo en otra pista entre los pinos.
Aunque no hace frío, se agradece llevar los manguitos a mano. Desde esta cota, las vistas del río Alagón son increíbles, véase esta imagen de MJ Mateos.
De nuevo una bajada para asentarnos en un recorrido con continuas subidas y bajadas aunque nada pronunciadas hasta alcanzar la cota máxima del recorrido, unos 645m y desde allí bajada hasta el 2º avituallamiento.
De nuevo unos bombazos a la rueda, parece que el “moco” funciona. Unos pastelitos, bebida isotrópica y camino.
Ahora toca lo peor, la carretera y con viento de cara. He intentado unirme a un grupillo, pero iban a otro ritmo, así que he seguido sólo adelante hasta más o menos el km 58 dónde se coge el desvío por el río (este año paso de Trialera). Una nueva variante abierta el año pasado nos lleva a lo largo del río, a través de terreno técnico y un poco embarrado, prácticamente hasta Sotoserrano dónde una última rampa de 100m de desnivel nos conduce hasta la entrada del pueblo. Los senderistas de la marcha a pie nos van dando una calurosa bienvenida.
Finalmente y tras 2horas y 44minutos y con una grata Tª de 20ºC, recogemos nuestro merecido trofeo, una cerveza J. Y por supuesto acompañada de un delicioso bocadillo de jamón.
Ahora toca asear un poco la bici, al dueño y de vuelta a casa.
Datos prueba:
Distancia 60,81km (sin trialera)
Ascenso acumulado 1.120m
Temperatura 8ºC - 20ºC
Tiempo 2h 44min
Velocidad media 21,9km/h
Velocidad máxima 55,5km/h
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