domingo, 12 de mayo de 2013

XVI 101km Ronda. Una promesa cumplida. (11-mayo-2013)

Es complicado reflexionar sobre las sensaciones y emociones que he podido vivir, no sólo durante esta prueba, sino durante los entrenamientos en los meses anteriores a la prueba. Sacrificios entrenando en todo tipo de condiciones con días lluviosos, con nieve o hielo o un sol radiante, y todo ello bajo los ojos preocupados de los seres queridos.

El sólo fin de participar y concluir, justificaba  todos los medios y consecuencias. Tanto es así, que a pesar de llevarme una tendiditis en el tibial de mi pie izquierdo y sobrecargas musculares varias, tengo la satisfacción de haber cumplido una promesa personal que me impuse y que empezó varios meses atrás.
Cuando nuestro amigo Dani nos contaba la experiencia que había vivido en la XV edición de los 101 Ronda, revivimos la hazaña como nuestra y nos hizo pensar que podría ser un objetivo conjunto para 2013. Así fue, aquella tarde en el Bar El Obrero de nuestra querida Villa de Candelario, cuando Dani, Jose y yo, prometimos intentar cumplir ese sueño.

Por aquel entonces yo no tenía casi experiencia en carreras de Ultra distancia y me parecía algo complicado, pero la experiencia de la compañía de los que nos lo habíamos propuesto disipaba muchas dudas.

Desgraciadamente, la vida da muchas vueltas y reveses que nos hacen replantearnos muchas cosas. En septiembre sufrimos un duro palo que nos robaba una parte de nosotros mismos y llegué a pensar que nada de esto tenía sentido alguno. Pero pasado un tiempo pensé que la mejor manera de recordar algo es revivirlo en primera persona y decidí continuar con el reto.

Sólo quedaba salvar un pequeño escollo, LA INSCRIPCIÓN. Cada año resulta más complicado buscarse un hueco entre las 3.500 plazas de corredores habilitadas al efecto. Finalmente sólo yo pude conseguir número y Dani quedó expectante por si surgiera alguna baja.

Ahora….a seguir entrenando. Lo cual resultó muy “cómodo” con la compañía bien de Jorge y Mariano, o de Andrés y Helena, o de Roberto, Belén y Manolo y muchas veces en “solitario”.

Pasamos alguna prueba de fuego como la UTAX, o el Maratón de Sevilla o incluso las 67Millas Romanas.

Ahora, después de casi 155 horas corriendo, 1.500km recorridos y un desnivel positivo de 48.000m, creo que seré capaz de afrontar Roda de la forma que se merece.


El día D - 1
La semana previa a la prueba, y como en estos casos, suelo ser un manojo de dudas y nervios, mezclado con el ansia de comenzar a correr. Llevo unas semanas con las rodillas doloridas (desde Mérida) y el último día que salí en bici tuve un pinchacín en el tibial anterior que no me tomé como aviso alguno.

Para ir hasta Ronda, tuve la fortuna de conocer a Olegario y sus amigos, lo que al final resultaría ser una muy grata compañía. Así fue como Ole, Jesús y Manolo me recogen el viernes 10 en Cáceres y nos dirigimos a Ronda pasando antes por Miajadas, dónde espera el 5º integrante, José Luis. Llegamos a Ronda a eso de las 20:30, tras algún pequeño despiste para encontrar la casa donde nos alojaremos, nos toca correr un poco para que yo pueda llegar a recoger mi dorsal y pasaporte de corredor,  
 
También dejamos todos nuestras bolsas de cambio para Setenil y Acuartelamiento.
Se respira buen ambiente por las calles de esta ciudad. Y para calmar los nervios previos, nada mejor que hidratarse un poco en buena compañía.
 
Un poco de pasta para cenar y a la cama que toca madrugar.

El día D
La salida de la prueba será a las 11:00, a las 10:30 dan la salida previa a ciclistas y duatletas y ya hay que estar atentos. Antes hay que buscar aparcamiento y pasar una primera larga cola de sellado para entrar al Centro Deportivo. 



Una vez dentro, aún nos resta algo más de 1hora para nuestra salida. Para pasar el rato unos estiramientos, unos whatsapp, unos plátanos, unas fotos…
Como para mí es todo nuevo, me acerco a ver la salida de los MTBteros. 
Un minuto de silencio por los 101neros caídos y el Comandante de La Legión toma la palabra pidiéndonos unos salves. “Esto da ánimos a cualquiera!” 
Tras un buen rato de pasar bicicletas, nos toca el turno a los marchadores. Decalan la salida para evitar atascos en la salida del recinto y las calles rondeñas, las bicis esperarán más adelante al cañonazo de salida de las 11:00 para comenzar la prueba.

Como canción para el momento utilizan, “Show must go on” de Queen (si estuviera uno que yo me sé...). 

De nuevo el Coronel nos hace unas referencias, 3 salves y cañonazo, esto empieza. Por delante, 101km bajo un sol de justicia que baldearemos de la mejor forma posible.

La salida hay que tomársela con calma, somos muchos, poco espacio y eso es sinónimo de lentitud e inquietud, lamentablemente pronto me pierdo de los tres compañeros que harán también a pie esta prueba (Ole, Jose Luis y Manolo, Jesús va en bici).

El primer tramo trascurre por las calles de Ronda, unos 3km, bajando por el centro, hasta el Puente Nuevo para torcer por la Cuesta de Santo Domingo. No puedo explicar lo que siento recordando un viaje pasado a esta misma ciudad y por estos mismos sitios.

Salimos de la ciudad y comienza la aventura…

La Organización tiene previstos para los marchadores avituallamientos prácticamente cada 5km y variados. 
Eso significa que tendremos agua prácticamente en todo el recorrido, y dado el día caluroso que está saliendo…no vendrá nada mal. 
La primera parte es un continuo sube y baja hasta bajar al pueblo de Arriate. Aproximadamente en el PK15, en Puente Ventilla, nos encontramos con las primeras bicis que vienen de hacer su parte circular. Allí el público puede ver la ida y la vuelta. A la mitad, por el PK20, nos encontramos con el circuito de velocidad de Ascari, dónde un fórmula 3 parece estar entrenando. 
En mitad de este camino alcanzo a un hombre de 46 años de cuyo nombre me arrepiento no haberle preguntado y que procedía de Alcalá de Guadaíra. Me contó que era su 6ª participación además de otras pruebas de ultra distancia reconocidas. Decidí tomarlo como compañero y servirme de su experiencia para tratar de no forzar demasiado la máquina, aunque ya por entonces iba asustado de los ritmos que llevaba y el calor que hacía. Cuando llegamos a Arritae (PK 33), yo más deshidratado que otra cosa, me invitó a una cerveza (sin alcohol) que nos apretamos a la velocidad del rayo para afrontar el primer cuestón de la jornada. 300 metros de desnivel en 5km y bajo un sol de justicia que hace saltar las lágrimas a cualquiera.
El amigo de Alcalá me exprime en la subida y empiezo a no sentir ni las cejas.

Una vez arriba, ya pido asistencia a un legionario que veo con Reflex para que me espolvoreé las rodillas y aquel pequeño tironcín que me dio días atrás en el tibial y parece me molesta un poco.

Continuamos el camino, una ligera bajada de 10km hasta el pueblo de Alcalá del Valle (la última bajada hasta el pueblo, tan espectacular como la que se toma para salir de él).

Durante la bajada he perdido un poco el contacto de este hombre y decido esperarle en el avituallamiento, me tomo mi tiempo, al ver que no viene decido reanudar la marcha.

Para salir de Alcalá, un cuestón de al menos 30% que quita el aliento a cualquiera, o al menos a mí. El calor que está haciendo me agobia mucho y por más que procuro beber cada poquísimo, es como si no sirviese de nada. 
Unos 10km hasta Setenil de las Bodegas (PK 60) dónde llego con las fuerzas bien mermadas. No obstante, se trata de un pueblo precioso y a pesar del cansancio y de ver como el público cómodamente sentados en una terraza y con una cerveza de la mano dan vítores a los participantes, eso anima a continuar corriendo. 
Son cerca de las seis de la tarde y decido tomármelo con calma, mi objetivo ya es terminar. Intenté arriesgar en el primer tramo y no ha funcionado, así que cambio de estrategia. 
Como y bebo todo lo que puedo y como tenemos la opción de cambiarnos porque dejé la bolsa el día anterior, así lo hago después de un amable masaje gracias a un grupo de fisioterapeutas que se han prestado para el evento que relajarán los principios de calambre que nos acompañan todo el día.

Cuando voy a entregar la bolsa de nuevo (para enviarla a Ronda) me cruzo con Ole y Manolo y decido continuar con ellos lo que pueda.

Llevo oyendo toda la mañana a unos y a otros, “aquí empieza la verdadera carrera”. Para arrancar, la segunda subidona del día, 350m en 10km y bajo un calor sofocante. Una subida mantenida hasta la cota más alta de la prueba, desde dónde se volvería a ver Ronda, el Acuartelamiento y se “intuye” la parte final de la prueba. Nos lo tomamos muy tranquilos, quedan muchos kilómetros y comprobamos que esta cuesta va haciendo caer a mucha gente.

Para continuar, una bajada de escándalo, primero por terreno y luego por cemento hasta llegar al cuartel.
Por aquel entonces, la leve molestia de la pierna izquierda se va traduciendo en un dolor de coj…., especialmente en las cuestas abajo.

Como mis intenciones son parar a reponerme en el Cuartel un poco más que mis compañeros, decido tirar un puntito más en la bajada (a pesar de cargar mi pierna) para sacarles algún minutillo y poder “comer” sin perderles luego la comba.

Llego al Cartel de La Legión, son alrededor de las 9 de la noche  y pido un menú degustación basado en una salchicha Frankfurt y una cocacola. Ni siquiera nos sentamos en el comedor para evitar relajarnos en exceso con el riesgo de no salir.

Partimos medio anocheciendo y cogemos una carretera de bajada antes de afrontar la tercera gran cota de la jornada, la subida a la Ermita de Montejaque, “apenas” D+275m en 4 kilómetros en nuestras ya maltrechas y cansadas patas. 
Comienza la noche y parece como si la diferencia térmica con respecto a la mañana me afectara. Ya casi arriba nos ponemos el frontal y continuamos por una bajada de infarto por un camino adoquinado que finaliza en el avituallamiento del cementerio de Montejaque, los legionarios van dando ánimos a los que bajamos. Un refrigerio, otro poco de réflex y continuamos por la carretera hacia Benaoján. En la carretera, se intensifica el dolor en mi pierna y Ole me recomienda una de sus “pastillas mágicas”, un gelocatil que a duras penas encajo y continuamos por la carretera. Ole y Manolo paran a cambiar las pilas del GPS y como bajo peor (medio cojo) decido ir avanzando hasta que me alcancen.

Nos topamos con la siguiente irregularidad del terreno, inauguración de este año para acabar de apuntillarnos. Una buena subida zigzageante de 1km hasta una pista de otros 2 km y una bajada para descuidarse en un tropiezo y jo… la carrera a 8km del final. 
Llego al antepenúltimo avituallamiento y punto de control y decido esperar unos minutos a mis compañeros, pero al ver que no vienen y quedándome frío en la noche, decido continuar a mi ritmo esperando que me alcancen más adelante. Lo que desconocía es que Ole pegó un tropezón en un llaneo de la última subida y decidieron bajar el ritmo.

Aprovecho que me he traído el MP3 para sacarle partido (ya que he cargado con él). Resuena el último disco de EUKZ y la moral se extiende por todo el cuerpo.

Una última bajada antes de llegar al penúltimo control (con un olor a panceta de fondo), ya está hecho, restan 3.6km, aunque subida.

Me uno a un grupito de chicos y nos vamos enfrentando a la famosa Cuesta del Cachondeo, aunque a mí me pareció la subida más bonita de todo el recorrido, quizá fuera por las vistas y por el sentimiento de acabar un reto. 
Arriba, Ronda y nosotros aún bastante abajo. Aprietan el paso y parece una serie en cuestas, “madre mía! lo que me faltaba”. Sin embargo, las piernas aún con dolores me responden y les aguanto. Me resultaba extraño que no me alcanzaran los compañeros, les llamo por teléfono con la intención de entrar juntos aunque no puedo contactar con ellos. Decido no pararme mucho (hace frío) y sigo hasta meta.

Me parece mentira que después del golpe de calor, el flato, los calambres, las contracturas, el sudor frío, algún que otro mareo, el oído izquierdo taponado toda la carrera… (parezco un cromo de hospital), haya conseguido llegar a meta y “bastante entero”.

La entrada en Ronda, espectacular, son la 1:00 de la mañana, aún hay bastante gente esperando en la llegada que te empujan en el sprint final hacia el Parque de la Alameda.

“Llegué, llegué, llegué”. Aún no me lo puedo creer, posiblemente el ejercicio más duro que he pasado, más incluso que el bajón en el Huascarán del año pasado. Pero aquí estoy, quizá empujado por los que no están presentes pero de los que siento su aliento. Gracias chic@s, una parte de esto es por vosotros y el resto para Jóse y mi abu. 
No puedo evitar emocionarme, me duele todo (literalmente), pero siento un gran alivio.

Espero la llegada de los compañeros para disfrutarlo todos juntos. 
Y a celebrarlo cómo se merece…
Incluso a lo Nadal con copa y todo :). No hace falta llegar en cabeza para sentirse campeón. 


Datos de carrera (mi Garmin) y puntos de control:
Distancia: 101km (103,9km)
Tiempo de carrera: 14hr 2min 52seg  (14hr 1min 59seg)
Tiempo en movimiento: (12hr 15min 37seg)
Posición: 278/2814
Ritmo medio: 8:21min/km (8:06min/km)
Ritmo medio en movimiento: (7:05min/km)
Desnivel positivo: 2.857m (2.686m)
Desnivel negativo: 2.829m (2.670m)
Altura máxima: 923m
Altura mínima: 420m 


Las diferencias entre los recorridos de 2012 y 2013(en rojo)…

A parte, había dos puntos de control con sello tanto en el PK19 como en el PK39.

El primer clasificado, Miguel Capó Soler, logró hacer un tiempo de 8horas 48minutos. Enhorabuena monstruo!

El día D-espués
Tras una carrera como esta en que se acaba tan tarde y se duerme tan poco, difícil es diferenciar entre un día y el otro.

La casa en la que nos alojamos, “La Casa de la Abuela” dispone de otros servicios como el de piscina. Así que habrá que aprovecharlo. 
Y en el estado en que dejé mis pies, a juzgar por las zapatillas… 
…bien le vinieron un remojo a parte del baño correspondiente… 
Una vez descansamos y recogimos los bártulos, fuimos a dar una vueltecilla por Ronda, para disfrutarla de día y sin correr. Pronto reconocemos el recorrido que llevamos la noche de ayer, al fondo la Ermita y luego la Cuesta del Cachondeo, en fin…
Una foto de grupo para inmortalizar la gesta. 
Y como no todos los días se está en Ronda, habrá que probar los productos de por aquí, como el ajo blanco, rabo de toro y fritura de pescado. 

Reflexiones:
-    La Organización: Sorprendido me quedé del despliegue que La Legión lleva a cabo en esta prueba deportiva. Algunos compañeros me comentaron que menor que en otras ocasiones, pero a mí me pareció magnífico.  Tan sólo un detalle, que comprueben o mejoren el sistema de control porque ha habido mucha gente a la cual no le reconoció el chip, en concreto a mis compañeros que entraron unos 10min después.
-    Tanto la propia Legión como el resto de voluntarios, prestaron una estupenda labor para que nos sintiéramos cómodos dentro de las condiciones de una carrera de estas características. Algunas risas que 
otras cayeron con ellos.
-    En cuanto al material. No sé si me sobraba o no la mochila, por peso quizá un poco, pero tiré mucho de la camel. Por lo demás, como siempre con mis primeras Trabuco desde el principio de la carrera. Y por supuesto con mis mallas Hoko.
-    Recomiendo esta prueba para todos aquellos que en un momento dado, quieran dar el paso a larga distancia. En un anterior viaje había visto por encima La Serranía de Ronda, pero en esta ocasión se me ha presentado como una gran fuente de oportunidades.
-    Gracias a los chicos de Coria y Miajadas que me acogieron en su grupo para esta hazaña. En especial a Ole y Manolo que me ayudaron y apoyaron tanto para continuar.Una lástima por Manolo que estuvo apoyándonos a Ole y a mí, porque seguro habría hecho todo un tiempo en la línea de meta.
-    Gracias a Dani y Dul por ayudarme con la inscripción.
-    Y gracias a todos los que siempre estáis por ahí apoyándome y recordándome lo “loco” que estoy.
-    Por ahora, toca recuperación y reposo para salir de esta lesión y pensar en lo que vendrá…

4 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Gracias Joaquín!
      Ahora toca pensar en la Vetona. Espero que me respeten las lesiones y pueda disfrutar de esta prueba que va a ser tan especial.

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  2. marisa macías5/16/2013 4:27 p. m.

    Tu si que eres un monstruo!!!
    Lo raro es que hayas tenido tiempo para el trincabarrigas...

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    1. :)
      Gracias por lo de mostruo, un poco feo si que soy.
      Para el Trincabarrigas siempre hay tiempo ;)

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