domingo, 28 de abril de 2013

Road to Ronda. De vuelta al invierno. (28-abril-2013)

No queda mucho para los 101 de Ronda y las molestias no me dan mucho margen. Así que hay que aprovechar la estancia por el pueblo para hacer alguna tirada larga aunque sea repitiendo la vuelta de hace un par de semanas.

Así es como me encuentro el pueblo nada más despertar. 
Anoche estuvo nevando y las temperaturas han bajado tanto que ha llegado a helar.

Quería haber subido hacia cotas altas en la Sierra, pero está totalmente cubierta por las nubes, se aprecia un viento infernal y además debe estar todo cristalino. Por tanto, me declino por repetir la vuelta de Peña Negra y La Muela como hace dos semanas, eso sí, si en aquella ocasión hablaba de que la primavera había llegado con fuerza y calor, ahora ha retornado a un invierno típico de la zona en enero-febrero.

Nada más tomar el sendero desde la Piscina Municipal de Candelario hacia Llano Alto, compruebo que el terreno estará mojado y helado. Y que voy a disfrutar bastante. 
Por esta zona, más resguardada de las inclemencias del día, hasta me abro un poco la ropa. Pronto tomo la pista de subida a la Peña de la Cruz y compruebo que la escena ha cambiado mucho, pero que mucho desde hace una semana que pasamos por aquí. 
En Peña Negra, el cierzo sopla con toda su inclemencia. Es increíble poder tener esta estampa de la Peña, hoy más blanca que nunca, a estas alturas del año. 
 
Sigo las huellas de otro intrépido que se ha adentrado por estos lares (creo que es huella de unas Salomon) y que pierdo al llegar al tramo más bajo cerca de Navamuño. Durante la bajada, tres MTBeros se me han quedado mirando con una cara muy rara como pensando, “dónde irá este loco!?”

La pista está algo helada y hay que andar con cuidado en la bajada, especialmente en las zonas de hormigón.

Cruzo la carretera y tomo la pista de subida a La Muela “chica” en el sentido de avance de las agujas del reloj. Casi arriba, la estampa es Navideña. 
Arriba sale una pista que conecta con La Muela. En este tramo es dónde más intensamente se aprecia el azote del viento de componente norte, tanto que casi frena la marcha. Una paradita para apreciar el paisaje… 
Y una vez en La Muela, rápido pista abajo para entrar en calor. Además la fascitis plantar vuelve a hacer acto de presencia y cuanto antes llegue mejor.

Una muestra de la baja cota de nieve, es lo tupido en las escobas que rodean el camino de bajada desde Navamuño a Puente Nueva.
En fin, no siempre se puede disfrutar de tanta variedad atmosférica en tan pocos días de diferencia.
 

domingo, 21 de abril de 2013

III Carrera Garganta de los Infiernos (21-abril-2013)

A la tercera va la vencida…
Se trata de una carrera que por el encanto de la zona donde se desarrolla enmarcado en el Valle del Jerte, tenía muchas ganas de realizar. Sin embargo, hay que andar muy espabilados porque son pocas las plazas y muchos los participantes. Así fue como en 2011 no conseguí plaza. Así que este año no iba a dejar pasar la oportunidad, además iba a ser una prueba cargada de sensaciones y tenía que estar allí.

Así es como el día 21 de marzo se abrían las inscripciones a las 00:00 y ya estaba yo preparado con el ratón para inscribirme.

Para relajarse antes del evento, qué mejor forma que pasar un día de campo entre amigos. El lugar elegido… la Peña de la Cruz.


El día de la prueba me reencuentro con dos buenos amigos (Helena y Andrés) que tampoco querían perderse el evento. Lamentablemente, Helena tiene una lesión de rodilla y nos tendrá que acompañar tras la barrera, como ella dice.

Recogemos la bolsa del corredor con todo tipo de informativos acerca del Valle del Jerte, camiseta de la prueba y algunos obsequios.

Nos vamos reuniendo tod@s los participantes a la prueba en la salida para el control de dorsales. Como pensaba que nos irían llamando por nuestro número, como ocurrió en la Transcanchos, nos dejamos llevar hasta que nos dimos cuenta que controlaban por orden de paso. El caso es que nos encontrábamos en la cola de salida, y teniendo en cuenta el callejeo por Jerte…

A las 10:00am dan la salida e intentemos poco a poco ir recuperando las tropecientas posiciones que hay por delante.
A la salida de Jerte el grupo se va estirando y resulta más “sencillo” adelantar. Aunque la carrera va bastante lanzada.
Comienzan unas pistas rápidas hasta tomar el sendero habitual de subida a las pozas
Llegamos al primer avituallamiento (km 5) con un tiempo de paso de 25 minutos y con una subida interesante.

Pasamos la zona de las Pozas donde el agua baja torrencial

y seguimos subiendo hacia la zona de El Refugio (km 7.5), allí comienza unos 3km de subida quiebra-piernas subiendo la Garganta Chicha hasta La Solisa, una bajada muy rápida
hasta el siguiente avituallamiento y punto de control en el km 10.

Voy notando en mis piernas el esfuerzo que nos ha supuesto remontar las plazas de salida.
El día resulta muy agradable para correr, incluso caluroso y el paisaje es increíble.
Tercer avituallamiento y comienza una bajada de las de libro, zigzagueante, saltando troncos atravesados, esquivando árboles, etc…
Una pequeña subida y llega el infierno para mí a partir del km 16. Una bajada por pista rápida en la que me pasa hasta el apuntador. Poco a poco Andrés se va alejando y la vaga idea de entrar juntos se desvanece.

Sólo confío en que pronto llegue algún sendero dónde relajarme. Tras el último punto de control, pronto llega el último avituallamiento y con él de nuevo una bajada rápida por senderos
Llegamos a una pista encementada y desde allí unos 2km hasta la meta. Recuerdos para un amigo que tan bien lo hizo en esta y otras carreras.
Ahora es tiempo de reflexionar y compartir momentos.

No ha estado mal teniendo en cuenta la semana de medio parón que he tenido.

Datos de la prueba:
22km
D+1.300m
2horas 12min
57º en la general (15º de la categoría).
 

Reflexiones:
-    La Organización: Realmente una de las carreras que apetece repetir. Bien organizada, bien avituallada y con un gran ambiente.
-    Helena, recupérate pronto que te esperamos.
-    Andrés, cómo siempre sorprendente. La próxima vez te ato los cordones de ambas zapatillas :)
-    En la próxima edición intentaremos coger mejores posiciones de salida.

domingo, 14 de abril de 2013

Road to Ronda. Primavera en Candelario. (14-abril-2013)

En un día tan espléndido como el de hoy no se puede evitar salir a trotar un rato por el campo, máxime teniendo en cuenta que en Cáceres no tenemos estos perfiles. Y tras desestimar la Media Maratón de Béjar por estar muy próxima de la pasada 67 Millas Romanas, decidí salir por mi cuenta.

Aún arrastraba molestias o cansancio de la semana pasada y no tenía muy claro por dónde tirar. Barajando entre la opción de subir hasta La Ceja y encontrarme la nieve de cualquier manera o irme por mis caminos habituales, decidí la segunda teniendo en cuenta que “sólo” disponía de 2 horas y media para el ejercicio. Luego había quedado para una sesión de fotos con el Grupo Velahí.

La vuelta es sencilla, con zonas de pendiente y por tanto lentas, y con zonas muy rápidas. Desde Llano Alto y hasta el acceso a la presa de Navamuño, pista ancha y pisada. Y las vistas desde Peña Negra o desde La Muela, de todo Hoyamoros… lástima que no llevaba cámara.
 

Datos: 28,61km y D+1.160m.

sábado, 6 de abril de 2013

XV Edición 67 Millas Romanas de Merida (05-abril-2013)

No hace mucho tiempo me enteré de esta prueba y pensé que podría ser un buen entreno para los 101 de Ronda en Mayo. Un mes de antelación, distancia similar aunque más cómoda por relieve, etc… 
Lo que no puedes prever cuando te apuntas a un evento de este tipo, es el tiempo atmosférico que va a hacer. Y las semanas previas al mismo fueron terribles.
 

Caminos anegados por el agua, barrizales, etc… Ello obligó a que la Organización, en lugar de cancelar la prueba, dedicara su esfuerzo en cambiar parte del recorrido días antes del evento.

La prueba comenzaría a eso de las 21:00 del viernes de la Plaza España de Mérida, antes había que ir a recoger el dorsal y la bolsa del corredor en el Polideportivo Diocles, dónde regresaríamos al finalizar cada recorrido y al final de la prueba. 

Una vez en la plaza me reencontré con algunos paisanos de Candelario y Béjar (Pepe y Alex), con los que recorrería esta prueba. 
Unos cuantos participantes, del orden de 400, nos disponíamos a la cuenta atrás. 
Aprovechamos los últimos minutos de luz antes de la oscura y estrellada noche. Y seguimos al vehículo de Protección Civil cómo nos anunció la Organización, nuestra sorpresa fue cuando una vez este se detiene en frente de un camino y nosotros continuamos, al cabo de un par de kilómetros nos damos cuenta de que algo falla, no hemos visto ninguna baliza indicadora. Llamada a la Organización, media vuelta y a buscar el camino bueno.

Gran parte del modificativo de la prueba se ha visto reflejado en el primero de los circuitos (el rojo). 
Han tenido que evitar toda la vega del Guadiana a su paso por Mérida por que el terreno estaba totalmente anegado. Nos dirigimos hacia la población de Valverde y a los pocos kilómetros, chapuzón del presente en el primer charco grande. No hay problema, abierta la veda para los siguientes charcos. El terreno es bastante desigual, con bastantes piedras y roderas de vehículos, lo cual lo hace complicado y obliga ir atento con los tobillos.

Primer marcaje en Valverde tras la primera hora y media de carrera y con casi 4km de exceso.

Una naranja, un poco de agua y nos vamos hacia el primer paso por Trujillanos a unos 6.3km. Aunque este primer paso lo haremos del lado de la vía de servicio (al otro lado de la autovía A66). Sellamos, unos frutos secos, fruta, agua y chocolate para el camino. Ya sólo restan unos 7km de pista hasta entrar de nuevo en Mérida y hacer el callejeo oportuno.

Nos presentamos por primera vez en el Polideportivo Diocles a eso de las 0:00am.

Tomamos algo calentito, un poco de pasta y aprovecho para cambiarme zapatillas y pantalones. No lo tomamos con calma que la noche es larga y a eso de las 0:30am seguimos con la aventura.

El siguiente circuito (el amarillo), conocido por su paso por el Embalse de Proserpina, avanza primero hacia un puesto situado en la carretera de Mirandilla en el mayor desnivel de la prueba, pero suave. 
De nuevo sellamos y comemos algo para continuar. Desde ahí, nos adentramos en un paraje natural digno de El País de las Maravillas, es decir, que nos perdemos. Llegado a un punto (antes de cruzar la nacional y la autovía) y quizá por el cansancio de llevar 40  kilómetros y ser la 1:30am, vemos balizas por todos lados, lo que nos obliga a dar un bonito círculo. Tiramos de reloj GPS para ver qué dirección podría ser la correcta.

Salvamos el momento y nos dirigimos hacia el Embalse. La vuelta a este se me hizo eterna, no hay más que ver la silueta en el mapa. Esquivando cañas de pescar de nocturnos pescadores de fin de semana llegamos hasta el siguiente punto de control en la Urbanización de Proserpina.

Intento animar a los compañeros que acusan la noche, pensando que en apenas 9km estamos de nuevo en el Polideportivo. Esta parte se hizo bastante calmada, lo que ayudaría a recuperar fuerzas para el último tramo.

De nuevo llegamos a Diocles finalizando el circuito amarillo de unos 26km, donde la vida se ve de otra manera cuando te tomas algo calentito y te cambias de ropa de cara al último tramo pero no por ello menos duro dado que nos queda algo más de una maratón para acabar.

Les pido disculpas a mis compañeros hasta entonces y voy haciendo kilómetros en solitario. Debo salir como en el puesto 15 aproximadamente. Aprovecho para ponerme un poco de música y tener la cabeza ocupada. En esta ocasión mi banda sonora han sido Los Marea (directo desde el Palau), dos veces lo escuché :).

El tercer y último circuito (el verde) comienza regresando hacia Mirandilla, no sin antes dar un paseo por Mérida, paseo que me cuesta bastante tiempo de interpretación de las dudosas señales que la Organización ha colocado al efecto (algunas inexistentes) en especial antes de tomar el paseo del río que nos sacaría de la ciudad.

Después de esto, varios cruces sin señalizar (con la duda oportuna y consecuente de por dónde tirar) y largas distancias en pista sin balizaje alguno. En ese aspecto, creo que la Organización debería mejorar un poco, en especial la señalización de los cruces entre caminos. Al menos a mí me despistó muchísimo y me creó dudas.

Correr en solitario y de noche, es una experiencia que debería probar todo el mundo. Te hace encontrarte contigo mismo, con tus temores, con tus recuerdos,... Son momentos difíciles en los que recapacitas sobre el sentido de lo que haces, sin embargo, en mi caso noté el empujón amigo en la distancia que me ayudó sin duda para comerme cada kilómetro que pasaba.

Los puntos de control están más alejados y tras 16km llegamos a Mirandilla, una vez allí no hubo manera de encontrar dicho punto de control, me reubico con varios participantes que iban por delante con el mismo problema. Y después de dar vueltas, de salir del pueblo, por fin contactamos con la Organización y nos dice dónde está el punto de control. Volvemos sobre nuestros pasos y efectivamente, bien por falta de señalización bien porque alguien puede haberlo quitado, se complicaba el hallarlo. Pues nada, más kilómetros de más.

Comemos algo un poco de refresco con cafeína para salvar las 6:00am y camino.

Desde allí nos dirigimos por unos caminos bastante embarrado y encharcados hasta la población de San Pedro de Mérida pasando por las inmediaciones del Parque Natural de Cornalvo. A pesar del cansancio en las piernas que obliga a tomar pequeños respiros en el ritmo de avance, nos dirigimos dirección Este y el amanecer justo en frente de nosotros ayuda a paliar los daños. Con los primeros rayos puedo apagar mi querido frontal.

Llegando a San Pedro alcanzo al primero de los “Luises” con los que me encontraré. Sellamos nos hidratamos y continuamos. Las fuerzas van disminuyendo, afortunadamente tan sólo restan poco más de 17 km hasta Mérida, pero hasta Trujillanos es todo asfalto.

En Trujillanos nos cumplen las 12 horas de carrera y según mi reloj 101km.

Saliendo de Trujillanos, seguimos las indicaciones hasta el cruce con la carretera dónde estás desaparecen misteriosamente, después de preguntar a lugareños y avanzar sin seguridad de saber dónde vamos, llegamos a un paso bajo de la autovía, totalmente anegado por el agua. Decidimos dar la vuelta y buscar otro acceso a la vía de servicio del otro lado dónde continúa el recorrido.

En todo este impasse de al menos 20 minutos, nos alcanza el chico que venía por detrás, Luis. Y los tres decidimos continuar hacia la N-V y desde allí intentar acceder al camino. Así lo hicimos y por fin apuntamos hacia la meta, por delante 9km de pista (que ya recorrimos en el primer tramo de noche). Luis viene a más y sus ritmos de 4:50 a ratos me van fulminando, además comienza un dolor en el pie derecho muy extraño.

Llegamos a Mérida y sólo resta el callejeo hasta el Polideportivo Diocles. Dónde nos espera nuestra merecida ducha y recuperación.

Y un precioso Miliario como Finisher. 
Desafío concluido!

Unas fotos con los protagonistas de mi carrera. 
  



Datos de mi prueba:
Distancia: 110,35 km
Altura ganada: 1.419 m
Tiempo total: 13:07:18
Tiempo en movimiento: 11:36:56
Ritmo medio total: 7:09 min/km
Ritmo medio en movimiento: 6:19 min/km
Puesto: (compartido con Luis, arriba en la foto)
 
 


Reflexiones:
-    La Organización: Por un lado, darles un 10 por la rapidez en que han podido modificar el itinerario debido a las adversidades, en lugar de ir al modo rápido y cancelar el evento. Pero por otro lado, se echó mucho de menos más personal de apoyo en ciertas zonas y mejor señalización.
-    No obstante, gracias también a los voluntarios que tuvieron que permanecer de noche en los puntos de control.
-    Buenas sensaciones teniendo en cuenta de que se trata mi primera prueba de 100km a pie, máxime teniendo en cuenta que se desarrollaba de noche y no tenía muy claro cómo respondería.

 
Esto es un recuerdo y dedicatoría más hacia un gran amigo JAGG. Te espero en Ronda amigo!