domingo, 3 de marzo de 2013

Y por fin pude esquiar (03-marzo-2013)

Tras una semana de frío y lluvia, se presenta un fin de semana aceptable, y como el resto de fines de semana, partido entre dos tierras. Por eso hay que aprovechar lo de una y lo de otra.

El sábado salió un buen día aunque un poco fresco y Rober y yo decidimos hacer una tirada más o menos larga para probar el estado de las piernas tras la Maratón de Sevilla y de paso probar también las nuevas Hoko Sayonara que hemos adquirido. Así nos fuimos por el camino del Residencial Universidad hasta coger el camino “trasero” de La Montaña, cuesta-camino del repetidor incluido (para disfrute de Rober) para acabar viendo a la Santina y volver por dónde habíamos venido. Un bonito paseo de unos 22km y D+600m.


Parece que las piernas responden.

De camino hacia Salamanca tuvimos la oportunidad de apreciar unas vistas increíbles de la Sierra de Candelario.

Vaya “paquetón” de nieve que debió caer esta semana pasada. No podía perdérmelo.

No con mucho madrugue, el domingo cojo los bártulos de los esquís de travesía con la intención de poder esquiar algo más de lo “que lo hice” hace un mes cuando sólo había hielo.

La mañana está fresquita y unas nubes amenazantes indican que por la tarde podría haber sorpresa. Dejo el coche en la primera plataforma y a portear hasta la segunda, con la rabia de irme dando cuenta que lo de carretera cortada debe ser algo que ponen en noviembre y hasta primavera, porque la carretera está en perfectas condiciones.

Una vez en la segunda plataforma, me doy cuenta de que va a ser un gran día, hay mucha nieve y muy homogénea. Decido seguir porteando por los senderos habituales en lugar de remontar traveseando por el río ya que hay gran afluencia de traveseros por esta zona. Y a la altura de la fuente del Travieso me enchufo las tablas. Allí coincido con Chanan y su precioso alaskan.

Vamos subiendo poco a poco y directos hacia el remonte hasta la Virgen del Calvitero, ¡qué gozada avanzar de esta manera por el monte!. Allí nos encontramos a otros traveseros, entre ellos a Roberto, otro compañero de Candelario y a pesar del fuerte viento, decidimos bajar hasta Hoyamoros en un ataque de decisión y cálculo erróneo del tiempo de vuelta.

El estilo que guardo es poco menos que de debutante -1. Lógico también teniendo en cuenta que no he esquiado en condiciones desde Semana Santa del año pasado :). Pero bueno, uno pone el modo supervivencia y continúa.

En Hoyamoros, el paisaje cambia totalmente con respecto a otras estaciones, al menos 2 metros de nieve ocultan por completo el río y parte de “El Laberinto”. 
Ahora toca una “larga” y bonita subida hasta llegar de nuevo a la Virgen, no sin antes fotografiarnos con mis amigos “Los Hermanitos”. 
 
De vuelta a la Virgen del Calvitero, son las 14:00pm  y me doy cuenta de que voy contrarreloj. Descendemos hasta la fuente de el Travieso, guardamos los esquís y trotando hasta la 1ª Plataforma.
 
 

Familia, disculpad por el retraso pero era un día para DISFRUTAR EN LA MONTAÑA.

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