jueves, 28 de marzo de 2013

Road to Millas Romanas (28-marzo-2013)

Cómo último entrenamiento largo de cara al cita de la próxima semana en Mérida (67 Millas Romanas), he decidido intentar recorrer parte del circuito rojo de la ya anunciada I Ruta Vetona, los 100 de Béjar, que se desarrollará el próximo 22 de Junio en la localidad salmantina.

El recorrido comienza desde la misma ciudad y pronto muestra su dureza, 600m de desnivel en continua subida para llegar hasta el alto de Peña Negra a unos 8 km. Esta subida comienza por veredas para finalizar en una pista forestal.

Desde allí, prácticamente comienza una continua bajada que nos llevará a bordear el Embalse de Navamuño y desde allí tomar el camino por el que se accede de nuevo hasta Llano Alto, por donde pasamos en los primeros kilómetros.

Desde allí un camino a mano derecha nos conduce hasta la antigua Central Hidroeléctrica de la Abeja para ascender hasta el pueblo de Candelario por la piscina municipal y el Camping. Atravesamos el pueblo tomando la salida del parque municipal que nos conduce hacia la Canaleja y desde allí bajé hacia los pinos y de vuelta a casa.

La ruta realmente continúa desde la Canaleja hasta Palomares y desde allí hasta Valdesangil pasando por la ITV. Pero eso lo dejaremos para otro momento.

 

domingo, 24 de marzo de 2013

II Transcanchos. La Eternal Running de Plasencia (24-marzo-2013)

Eso me fui recordando durante gran parte de la prueba. “Parece que estuviésemos corriendo en una Eternal Running”. Y no cabía esperar de otra manera, tras las intensas lluvias de los días previos y de todo marzo en general, el barro puso un punto más de dureza a los 21 kilómetros de rompepiernas.

Tras la edición de 16km del año anterior, la Organización decidió incrementar la distancia de la prueba hasta alcanzar la media maratón. Amaneció un día bastante húmedo y con previsión de lluvia, aunque no estaba claro cuándo, yo por si acaso me enrollé el chubasquero a la cintura, que me sobró durante toda la prueba.

Recogemos los dorsales.
Y a eso de las 10:30, tras el control de dorsales dan la salida. Tras unos primeros metros de asfalto, llegamos a terreno.
Y los primeros pasos nos anuncian lo que nos espera durante los próximos kilómetros, agua, mucha agua y mucho barro.
El recorrido es muy disfrutón y bastante rompepiernas, con subidas pronunciadas y bajadas muy técnicas. Son en estas precisamente dónde más sufro y me acuerdo de mi maltrecho tobillo izquierdo y fascitis plantar, quizá debiera haberme quedado en casa… :).

Y las subidas … esas me gustan más, intento recuperar los puestos “perdidos” en las bajadas. Aunque a veces (bastantes) toca echar los dos pies a tierra y tirar de riñones.
Van pasando los kilómetros y a pesar del día desapacible, la gente se congrega en los puntos habilitados para el público. Lo cual siempre es de agradecer.

Curioso fue tras el avituallamiento del kilómetro 15, cuando subía una cuestecilla comiendo el plátano que había cogido e introduje mi pie izquierdo en lo que yo creía otro “charco de barro” más y mi sorpresa fue cuando desapareció el pie y el tobillo con él. Una oportuna capa de arcilla blanca tapizaba todo el pie y sumaba posiblemente otro kg más. Deseando estaba de encontrar un regato donde meter ambos pies :).

Últimos kilómetros para llegar por fin…
En la última bajada hacia la meta, bastante pronunciada y rápida, tuve el traspié de mi vida. Una película entera de género gore pasó por mi cabeza al verme estampado contra dos piedras frente a mí, finalmente me libré, aún no sé cómo, eso sí detuvo mi marcha que de por sí ya era corta.

De nuevo al asfalto para recorrer los últimos metros hasta meta. Ha empezado a llover de nuevo. 
Podía haber salido peor. Finalmente 44º de la general (21º de mi categoría) con un tiempo de 2hr 03min y D+990m.




Reflexiones:
-    Chapó para la Organización.
-    Buenos avituallamientos (fruta, chocolate, agua y bebida isotónica).
-    Gran público.
-    Y muy buen ambiente.

sábado, 16 de marzo de 2013

Entrenamiento por la Sierra de la Mosca (17-marzo-2013)

Este fin de semana toca quedarse en Cáceres y como contra los elementos no se puede ir, pues habrá que adaptarse a la situación.

Después de una “vueltecilla” de 18km el viernes con Rober y que me acabaría pasando factura el sábado. Decido el sábado salir a trotar una tirada larga de cara a los 101 de Ronda y de paso inspecciono la ruta del II Trail Sierra de la Mosca que se celebrará en Cáceres en el mes de mayo.

Amenaza lluvia y hace fresquete, pero quiero probar mis nuevas HOKO Kamikaze. 
La ruta de la carrera son 32km rodeando la llamada Sierra de la Mosca, desde Cáceres hasta Sierra de Fuentes y vuelta, a través de los caminos y senderos que conectan estas dos poblaciones. En mi caso no completé los últimos kilómetros que dejaré abierto para una próxima salida. 
 
La carrera en sí comienza desde  la Charca del Marco tomando el camino dirección bordeando las antenas para bajar luego hasta el Portanchito. Una vez allí continuamos por la carretera (derecha) para llegar al camino que nos lleva al Centro de Interpretación de aves de Sierra de Fuentes.
Una vez pasado el Centro de Interpretación, tomamos una pista que surge a la derecha hasta el final donde ascendemos por un cortafuegos bastante pino, según ascendemos vamos dejando a la izquierda, aunque nos aproximamos, al radar meteorológico de Sierra de Fuentes.


Desde aquí se desciende por una vereda para completar la vuelta al risco y de nuevo volver al cruce del Centro de Interpretación. Un error de novato, me hizo adentrarme hasta el mismo pueblo y descender algunos metros más.

De nuevo en el Centro de Interpretación, atravesamos una valla de madera cercana a unos chozos y después otra valla verde. Desde allí una divertida subida y luego una bajada que se va complicando por la cantidad de cantos sueltos. Se gira a la izquierda y se continúa hasta alcanzar unas colmenas que dejaremos a mano derecha para continuar subiendo. Hay bastante vegetación y “cuesta orientarse”, así en un momento dado continúo por un camino, no vi otra opción, y cuando me quise dar cuenta había llegado a la bajada del Portanchito hacia las Minas  de Valdeflores.

Me salí demasiado pronto. Como las piernas no van hoy muy frescas y el tiempo amenaza, continúo por el camino hacia las Minas y desde ahí salgo hasta la parte baja de la subida a La Montaña.

Dejaremos el recorrido exacto para la próxima salida, no obstante no ha estado mal los casi 26km que me han salido y D+762m.

Por cierto, buenas sensaciones con las mallas Kamikaze de HOKO. Cómo mola estrenar material!!! :)

domingo, 10 de marzo de 2013

Las 4 estaciones (10-marzo-2013)

El fin de semana no apuntaba nada bueno desde el punto de vista meteorológico, pero como no me puedo estar quieto y menos en un espacio natural como el de Candelario… aproveché un momento de “claros” para calzarme las zapatillas y salir al monte. Lo que no sabía es que iba a pasar por LAS 4 ESTACIONES en poco menos de 3 horas.

Que mejor oportunidad para hacer un test a mis nuevos productos de HOKO, las mayas pirata Sayonara, el gorro Kohi y los calcetines Kimo. 
La idea es ir hacia Peña Negra y en función de cómo esté el asunto decidir.

Al poco de salir de casa, comienza la lluvia, “no problemo” chubasquero y a seguir. Al paso por La Abeja, se aprecia el grado de encharcamiento del terreno, los caminos habituales se han convertido en desagües naturales. Afortunadamente hoy no traje las zapatillas de Gore. Ya en Llano Alto y tras tomar la pista de subida a la Peña de la Cruz, comienza a nevar con ventisca. De momento las mallas se van portando, aunque cualquier malla en condiciones “extremas” se quedan cortas. Los calcetines de momento muy cómodos y del gorro nada que hablar, calentito. A los 6,5km se gira para tomar la pista de unos 2,5km  hasta Peña Negra, dónde debe haber nieve de la noche anterior y la que va cayendo cuaja enseguida.

Bajo mi punto de vista, la progresión en nieve es algo maravilloso, al alcance de pocos, aunque requiere de un mayor esfuerzo debido al defecto de adherencia.

Se va notando más fresquete y la nieve que cae, ahora granizo, se va congelando en el chubasquero. 
A la altura de Peña Negra no se ve nada, solo blancura.
Continua, ahora la bajada a través de un bosque encharcado hasta la pista forestal. Una vez allí el azote de los vientos del sur es insoportable, en un principio pienso en volver a casa por Navamuño y no seguir, pero una vez abajo, se ha calmado bastante la cosa y decido continuar por la pista que sale justo en frente de la que acabo y tomando el camino de la izquierda (vuelva circular), voy subiendo hacia lo que yo llamo La Muela chica. De nuevo comienza a nevar con ventisca, cabeza gacha y poco a poco. Antes de llegar al punto más alto de esta pista, sale una nueva pista forestal a mano izquierda que une esta con La Muela.

Milagrosamente, el cielo se abre por momentos, deja de nevar, el viento se calma y brilla el sol, tanto, que apenas puedo abrir los ojos debido al resplandor en la nieve (no esperaba tener que usar las gafas). Las vistas de Hoyacuevas y Los Hermanitos, es espectacular, lástima que me haya quedado sin batería en el móvil hace un rato y no haya podido retratarlo.

Se continúa la pista dejando una vaya a mano derecha para llegar a la pista de subida a La Muela desde la carretera de la Garganta. Por lo menos hay 4 cm de nieve virgen.

Comienza el descenso hasta Candelario, unos 10km y de momento con tiempo despejado. Primero a través de esta pista hasta alcanzar la carretera, y desde allí unos 2 km hasta la entrada al Embalse de Navamuño. A unos 200m sale una vereda a mano derecha que conduce hasta Puente Nueva y desde allí hasta salir de nuevo a la carretera, ya próximos a la Piscina de Candelario. De nuevo comienza la lluvia.

Una vueltecilla por el pueblo y de nuevo a casa.

En total casi 3 horas, unos 29km y D+1.000m. 


En cuanto al material de HOKO, increíble como siempre. Las mallas evacúan muy bien el sudor y la humedad en general, al igual que los calcetines. Espero poder probar en breve, las mallas Kamikaze.

domingo, 3 de marzo de 2013

Y por fin pude esquiar (03-marzo-2013)

Tras una semana de frío y lluvia, se presenta un fin de semana aceptable, y como el resto de fines de semana, partido entre dos tierras. Por eso hay que aprovechar lo de una y lo de otra.

El sábado salió un buen día aunque un poco fresco y Rober y yo decidimos hacer una tirada más o menos larga para probar el estado de las piernas tras la Maratón de Sevilla y de paso probar también las nuevas Hoko Sayonara que hemos adquirido. Así nos fuimos por el camino del Residencial Universidad hasta coger el camino “trasero” de La Montaña, cuesta-camino del repetidor incluido (para disfrute de Rober) para acabar viendo a la Santina y volver por dónde habíamos venido. Un bonito paseo de unos 22km y D+600m.


Parece que las piernas responden.

De camino hacia Salamanca tuvimos la oportunidad de apreciar unas vistas increíbles de la Sierra de Candelario.

Vaya “paquetón” de nieve que debió caer esta semana pasada. No podía perdérmelo.

No con mucho madrugue, el domingo cojo los bártulos de los esquís de travesía con la intención de poder esquiar algo más de lo “que lo hice” hace un mes cuando sólo había hielo.

La mañana está fresquita y unas nubes amenazantes indican que por la tarde podría haber sorpresa. Dejo el coche en la primera plataforma y a portear hasta la segunda, con la rabia de irme dando cuenta que lo de carretera cortada debe ser algo que ponen en noviembre y hasta primavera, porque la carretera está en perfectas condiciones.

Una vez en la segunda plataforma, me doy cuenta de que va a ser un gran día, hay mucha nieve y muy homogénea. Decido seguir porteando por los senderos habituales en lugar de remontar traveseando por el río ya que hay gran afluencia de traveseros por esta zona. Y a la altura de la fuente del Travieso me enchufo las tablas. Allí coincido con Chanan y su precioso alaskan.

Vamos subiendo poco a poco y directos hacia el remonte hasta la Virgen del Calvitero, ¡qué gozada avanzar de esta manera por el monte!. Allí nos encontramos a otros traveseros, entre ellos a Roberto, otro compañero de Candelario y a pesar del fuerte viento, decidimos bajar hasta Hoyamoros en un ataque de decisión y cálculo erróneo del tiempo de vuelta.

El estilo que guardo es poco menos que de debutante -1. Lógico también teniendo en cuenta que no he esquiado en condiciones desde Semana Santa del año pasado :). Pero bueno, uno pone el modo supervivencia y continúa.

En Hoyamoros, el paisaje cambia totalmente con respecto a otras estaciones, al menos 2 metros de nieve ocultan por completo el río y parte de “El Laberinto”. 
Ahora toca una “larga” y bonita subida hasta llegar de nuevo a la Virgen, no sin antes fotografiarnos con mis amigos “Los Hermanitos”. 
 
De vuelta a la Virgen del Calvitero, son las 14:00pm  y me doy cuenta de que voy contrarreloj. Descendemos hasta la fuente de el Travieso, guardamos los esquís y trotando hasta la 1ª Plataforma.
 
 

Familia, disculpad por el retraso pero era un día para DISFRUTAR EN LA MONTAÑA.